miércoles, 4 de julio de 2012

Se encendió la noche de matices de colores. La princesa del reino lejano había abierto una extraña puerta, no se acordaba cual era ni tampoco cómo lo había hecho ni en qué momento, pero de la noche a la mañana la lúgubre noche se volvió rosa. Era una vista extraña, pues la luna, de su imperturbable blanco amarillento, contrastaba no muy bien con el rosa del cielo. Ella se sentía extasiada. Además del brillo del cielo, un torrente de sentimientos encontrados inundaban su pecho, haciendo que ese familiar nudo apareciera y la dejara sin respiración. A su vez, los rumores de que el rey vecino, su amigo perdido, la estaba buscando de nuevo. Y es que ella lo había amado en silencio por tanto tiempo que aquel hecho le parecía irreal. Debía ser un engaño, sí, eso debía ser. Había escuchado que la reina, esposa de su amigo, se había ido muy muy lejos, y lo había dejado solo con la promesa de un mañana. Eso debía ser, él se sentía solo. Con esos pensamientos, el cielo volvió a perder su color poco a poco, pasando de rosado a rosa, y luego a blanco y luego a negro. Pam! de un  instante a otro, como si no hubiera pasado absolutamente nada. La princesa salió de su castillo y vislumbró como su luminoso reino era tan de pronto decadente y frágil, muy frágil. ¿Qué había pasado tan rápidamente?

El por qué.

Él pregunta por qué yo aún no estoy segura de él y por fin lo he entendido. La lluvia y la música me han revelado exactamente qué es aquello que ha hecho de mi cabeza un desastre, aquello que me impide confiar ciegamente en él. Y es que me pregunto si es posible pasar de amar a una persona para empezar a amar a otra incluso con mayor intensidad. ¿Es así de fácil? ¿Es tan sencillo dejar atrás a esa persona que se dice haber amado con tanta intensidad, los recuerdos, los momentos, la ilusión? Y es que yo no sería capaz de hacer eso con él. A decir verdad, la sola idea de alejarme de él me hace temblar. A decir verdad, no me veo amando a otra persona y menos de un mes a otro..Es ridículo, es realmente doloroso.

lunes, 9 de abril de 2012

Duele. Es extraño porque es un dolor realmente placentero, ya sabrás tú, de esos que te exprimen la primera lágrima de ambos ojos; y sí, es una lágrima fragmentada en dos que logra su unidad en la barbilla, tras haber recorrido libremente los rojizos pómulos. Esa lágrima que significa sufrimiento y felicidad al mismo tiempo. Insisto, es extraño pero al mismo tiempo único..es maravilloso y provoca un gran peso en tu pecho..te lo aseguro. 

El dolor nace del corazón. Crece como un germen a tu cabeza y justo ahí, cuando se apodera de tu mente y de todo lo que eres, manda rayos al resto de tu cuerpo, pasando al pecho y posteriormente a los ojos. Es increíblemente ingenioso y perfecto la manera en que actúa el cuerpo. Es tan sincronizado, tan saludable, tan conocedor que te acompaña en tu sufrimiento y lo siente, de verdad lo hace. Y sabes que es lo más increíble? Que no lo te sientes así porque estás rota, o te han hecho daño, sino porque él está mal y la impotencia me carcome por dentro. Una y otra y otra vez puedes ver esa infelicidad en sus ojos detrás de la necesidad que expresa por ti cada vez que te mira fijamente. Y se siente, claro que sí. Y sabes que es lo más chistoso? Que estás dispuesta a seguir entregándolo todo porque esa mirada se vaya de sus ojos y lo único que puedas ver es esa anhelada felicidad que tu misma sientes cada vez que piensas en él. 

Amor, creo que lo llaman. A pesar de todo, sin darte cuenta, estás aprendiendo. Él te está enseñando lo primero que todo el mundo debería aprender en ese espinoso tema. Amar es entregarlo todo sin esperar nada a cambio, y es verdad, lo juro. Puede que solo pidas una cosa, es insignificante e importante. Tal vez me estoy equivocando y estas son solo palabras de una primípara empedernida e ilusionada que ha visto muchas veces "Moulin Rouge" pero lo cierto es que de alguna manera lo siento como si fuera la absoluta y sincera verdad. Dijiste que estar enamorada era una ilusión y amar una realidad, pues bien, yo lo siento como lo mismo, porque solo existes tú y tú sufres y yo sufro porque mi felicidad depende de la tuya. Cúentame todo, amor, recuerda que soy tu amiga, no una desconocida; recuerda que te regalo mi vida, comparte tu mente conmigo.