viernes, 12 de septiembre de 2014

Ni guías de instrucciones ni manuales ni recetarios son necesarios para saber cómo es que se debe reaccionar a cierto tipo de situaciones. Vez miles de películas, series, incluso escuchas canciones en las cuales te dicen con sumo detalle cómo debes actuar cuando estás frente a él, como debes vestirte para no espantarlo, el número de la cita en la que puedes llevar las cosas más allá de la primera base pero, ¿Realmente qué sabe la gente de lo que tú mismo no sabes? Nada
 ¿Cual es la necesidad que tenemos de encontrar un instructivo que nos diga la mejor forma de NO CAGARLA? Llegados a este punto creo que cada persona puede crearse sus propias reglas. ¿Por qué tenemos que estar atados a las reglas que otros han creado por nosotros? (Me refiero, claramente, a los comportamientos sociales, puesto que un mundo sin al menos una regla de conducta sería absolutamente insoportable).
Creo que ser libre significa amarte lo suficiente como para entender que todo uno vas más allá de los estándares que la sociedad impone. Creo que ser libre significa levantarse todas las mañanas sin pensar en absolutamente nada. Es rendirse a ese placer que se siente el levantarse sin pensar cómo se pudo haber avergonzado el día anterior ante ese chico que le gusta tanto o ante esas amigas con las que se trata de ser más o menos que perfecta.

Pero creo que ya me salí del tema y que esto no tiene sentido.