miércoles, 31 de agosto de 2011

HER

Ella caminaba por el sendero, ese al que muchos llaman vida. Era feliz, lejana a preocupaciones que no sean propias de una adolescente ingenua e inocente. De esas que ya no quedan en el mundo. De esas a las que se les suele ver como algo diferente y raro. Una chica intocable e inalcanzable, con una risa estruendosa y una sonrisa radiante. Sí, ella solía caminar sola por ese sendero, y la verdad, no le hacía falta nada. Su corazón estaba lleno de todo lo que amaba, mas sin embargo, sentía, muy en el fondo, que deseaba ardientemente que ese vital órgano se saliera de su rutina y latiera con más fuerza, más rápido y más fuerte. Y entonces, de un salto inesperado, de esos que solo los astutos lobos saben dar, se posicionó frente a ella una figura extraña. Una sombra grande y demasiado cálida. Esa misma sombra que la había estado observando desde hace ya muchas lunas, se decidió por fin a enfrentarse a ella. Era una sombra densa, y los ojos de la ingenua chica no podían ver a través de ella, pero se sentía tan bien, tan cercana, tan él. Se tomaron de la mano y comenzaron a caminar juntos; De repente, ya no estaban caminando. Empezaron a flotar, a levitar caminando, a volar. Y todo sucedió en dos segundos de nada. El sol se ocultó a lo lejos. Dos labios uniéndose en la oscuridad de la fría noche, dejando allá abajo, en la tierra, todas aquellas inseguridades y temores, dejando en un lugar muy remoto esa timidez y, sobretodo, las reglas de una sociedad igualitaria. Todo en silencio en secreto. Shh! susurraron en un pacto implícito, redactado por una promesa de un mañana más, de un futuro más prometedor. Y ella estaba ilusionada. Algo pasaba por su cabeza que no lo podía definir. Su razón le decía que baja, la tiraba a la superficie, pero la fuerza de gravedad ya había partido, y la sombra, que iba tomando cada vez más forma, la elevaba y envolvía en una nube de un aire extraño, nuevo y desconocido.

Es entonces, súbitamente, arrastrada a la tierra. Y ella se cae de golpe en el rocoso sendero. Y es lastimada ligeramente por las pequeñas piedritas que se habían ido formando en el suelo, o aquello a lo que comúnmente llamamos realidad. Intentó levantarse, pero la sombra, que ya había tomado forma totalmente, la pateó en el rostro, mostrándose como realmente era. Y los pactos y las promesas hechas en un no muy lejano pasado se rompieron como el vidrio. Frágiles y sin importancia.

lunes, 22 de agosto de 2011

domingo, 14 de agosto de 2011

Tumbos

BUM! 
Creyó escuchar el golpe contra el suelo
De un momento a otro fue bruscamente lanzada de esa mullida nube
Esa nube que surcaba el cielo de manera natural y fresca.
De una manera totalmente libre.
Bum Bum Bum!
Se escuchó rebotar en el suelo,
girando de manera incontrolable.
Todo está en su mente, se dijo, zarandeándose para despertar.
Todo está en la mente.
Todo está en esa parte consiente 
Esa parte que desgraciadamente siente cuando creces
que saborea el dulce dolor que acarrea una decepción.
Porque sí, crecer duele.
Madurar es el perfecto resultado de sufrir.
BUM BUM!
Siguen resonando los golpazos contra el suelo.
Parece nunca detenerse.
Vueltas y vueltas, todo da tumbos.
Donde está el final? A donde me llevará?
Que estupidez.
Anclada en un estado de ánimo producto de algo que nunca pasó.
No se extraña lo que nunca tuviste.
Bum Bum...
Por qué sigue sonando, entonces?